Todos sabemos lo difícil que es dejar de fumar y, sobre todo, evitar caer en la tentación en ciertos momentos del día. Después de comer, al salir con tus amigos o en los descansos en el trabajo son algunas de estas situaciones, pero siempre hay una alternativa que te puede ayudar a que dejes el tabaco de lado.
- Al levantarse:lo primero que hacen muchos fumadores al salir de la cama es encenderse un cigarrillo, sin el cual no sienten que hayan empezado el día con buen pie. Sobre todo, suele ser muy habitual acompañar este cigarrillo con el primer café de la mañana. Te sientes identificado, ¿verdad? La causa principal de ese subidón es que la nicotina estimula la producción de adrenalina[i], por lo que sustituir el tabaco por una serie de estiramientos matutinos es mucho más recomendable. Además, el ejercicio físico ayuda a reactivar la circulación de la sangre, sin duda, una opción más saludable que los cigarrillos.
- Después de las comidas: tras el desayuno, la comida y la cena, muchos fumadores tienen por hábito fumar algún cigarrillo, pero el mito de que el tabaco es digestivo no deja de ser eso, un mito. Todo lo contrario, lo que hace es aumentar el riesgo de padecer enfermedades como el cáncer de páncreas. De hecho, se calcula que al menos un 30% de estos casos se deben al tabaco[ii]. Tomar una infusión o alguna bebida que distraiga a tu mente y te mantenga entretenido puede ayudar a que no aparezcan las ganas de fumar. Otro truco es lavarte los dientes justo después de comer, de esta manera se podrá evitar caer en la tentación.
- Reuniones sociales: muchas de las personas que dejan de fumar no se ven preparadas durante los primeros días sin humo a estar en ciertas situaciones con fumadores alrededor, como pueden ser una cena, una fiesta o tomar algo en una terraza. Una buena opción es evitar esos eventos hasta que veas que estás preparado para afrontarlos sin recaer. ¿Por qué no llamar a ese amigo que hace tanto que no ves y precisamente es ex fumador? Es preferible que en estos momentos te rodees de personas que lo estén dejando o no fumen y escojas espacios libres de humo. Por otro lado, puedes sustituir estas citas sociales por el deporte u otra actividad que te haga mantener la mente ocupada y, lo más importante, mejorar tu salud.
- En épocas de estrés: durante periodos de exámenes o de mucho trabajo es posible que tengas problemas para concentrarte causados por la abstinencia y que aparezcan aún más ganas de fumar. Empieza por encontrar nuevas cosas que hacer durante los descansos; una buena alternativa es dar un paseo, pues reducirá el estrés y hará que te mantengas alejado del tabaco. Otra práctica aconsejable es la respiración consciente. Es decir, inhalar y expirar profundamente durante unos instantes hasta que te encuentres más calmado. Ante todo, no desesperes. Aprender a concentrarte sin tabaco puede llevar algún tiempo y requerir la creación de nuevas rutinas. Empieza eliminando la cafeína e intenta tener a mano algún juguete anti estrés mientras estudias o trabajas.
Cabe recordar que, junto a estos consejos, es fundamental que apuestes ante todo por una alimentación variada y equilibrada, descanses el tiempo suficiente e incorpores un poco de ejercicio diario. De esta forma, tu cuerpo estará más preparado para afrontar el proceso de dejar de fumar.
Además, contar con el asesoramiento de un profesional cualificado es clave. Recuerda que existen cuatro veces más posibilidades de lograr dejar el tabaco con asesoramiento médico y/o farmacéutico.[iii]
[1] Nicotina: sus efectos sobre la salud https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=85823
[2] El tabaco es el principal factor de riesgo para padecer un cáncer de páncreas
[3] West R. Stop Smoking Services: increased chances of quitting. NCSCT Briefing 8. London. 2012. National Centre for Smoking Cessation and Training