Dejar de fumar es un proceso muy complicado. Abandonar un hábito que lleva años acompañándote se convierte en una carrera de fondo en la que a veces no es fácil mantener el ritmo. Por ello, hoy queremos compartir contigo las fases1 por las que tendrás que pasar si finalmente decides dar el gran paso y estés preparado:
- Precontemplación: en esta primera fase ni siquiera te planteas el dejar de fumar2. Para ti no es algo tan malo como todo el mundo opina, y no crees necesario modificar tu forma de vida, de la que el tabaco forma parte. En esta fase se encuentran aproximadamente el 30% de los fumadores1.
- Contemplación: has intentado dejar de fumar en otras ocasiones, pero cada una de ellas se ha convertido en una batalla que no has podido ganar. El esfuerzo que requiere pesa más que los beneficios para la salud que tiene dejar el tabaco, por lo que te cuesta dar el paso final. Esta situación la compartes con el 70% de los fumadores1.
- Preparación: al igual que entre el 5% y 10% de los fumadores, ya estás listo y concienciado para dar el paso que cambiará tu vida. Si te encuentras en esta fase, elige antes de que acabe el mes un día para decirle definitivamente adiós al tabaco.
- Acción y mantenimiento: ya has dado el paso más difícil, pero el trabajo duro no ha terminado. Los siguientes seis meses son cruciales ya que las posibilidades de recaída son mucho más frecuentes1. Una vez pasado ese periodo, entras en la fase de mantenimiento, en la que si bien es fácil todavía caer en la tentación, las posibilidades disminuyen drásticamente. Ya lo tienes casi hecho.
- Recaída: nadie quiere oír hablar de ello, pero ten en cuenta que es una posibilidad real. Si te encuentras en esta fase, tranquilo, una recaída no significa que hayas perdido la guerra. Enfócate en el objetivo que te ha traído hasta aquí y vuelve a empezar3.
- Abstinencia: como ya te contamos en anteriores post, a las dos horas de dejar de fumar la nicotina en sangre comienza a disminuir situándose por debajo de los niveles de confort del fumador, y empiezan a aparecer los primeros síntomas de la abstinencia. A las 24 o 48 horas, estas sensaciones se acentúan, pero tienden a disminuir a las dos o tres semanas. En general, un año es el tiempo de media que necesitarás para convertirte oficialmente en ex fumador2.
La teoría siempre es fácil, pero poner en práctica el propósito de dejar de fumar es muy complicado. En la siguiente tabla se recogen algunas preguntas que te puedes hacer para saber en qué fase estás y cómo abordar el proceso de abandonar el tabaco.
Y tú, ¿en qué etapa estás? Sea cual sea la respuesta, ¡ánimo! Nunca es tarde para dejar de fumar.
Referencias