Di hola a tu embarazo y adiós a los malos humos
Dejar de fumar no es fácil y llegar a tomar la decisión de abandonar el tabaco es uno de los pasos que más cuesta dar. Si estás embarazada, es muy probable que ese primer paso ya lo hayas dado, sin embargo, sigue siendo igual de difícil seguir adelante con la decisión y no recaer en la adicción. Piensa, que esta vez, no lo haces solo por ti, sino también por la salud del bebé. Tienes una motivación extra para seguir adelante y superar el síndrome de abstinencia.
Dejar atrás el tabaco te proporcionará sensación de libertad, satisfacción y orgullo personal y además evitarás muchos problemas de salud para ti y para el bebé.
Queremos recordarte algunos de los riesgos que conlleva fumar durante el embarazo, no para asustarte, sino para que cada día que estés a punto de caer en la tentación y encender ese cigarro, recuerdes estos riesgos y decidas no encenderlo y seguir adelante sin tabaco:
- El tabaquismo puede aumentar el riesgo de tener un embarazo ectópico (que el feto se desarrolle fuera del útero) y provocar un aborto espontáneo; así como altas posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares y sufrir complicaciones con la placenta[i]. Por otro lado, fumar si estás embarazada conlleva problemas para el feto, ya que sustancias como la nicotina, el monóxido de carbono y otras toxinas en el humo del tabaco pasan a la sangre de la madre, entran en el cuerpo del bebé y todo eso puede impedir que el feto reciba todos los nutrientes esenciales y el oxígeno que necesita para crecer y desarrollarse de una forma sana[ii].
- Además, si fumas durante el embarazo, el bebé puede nacer de forma prematura o sufrir el síndrome de muerte súbita infantil[iii]. También aumenta el riesgo de problemas cardíacos, de asma, así como de malformaciones congénitas [iv]. Por ello, es importante dejar atrás el consumo de tabaco si estás embarazada o estás pensando en tener un bebé.
- Al mismo tiempo que es peligroso fumar durante el embarazo, también lo es una vez que haya nacido el bebé, ya que al estar expuesto al humo de segunda mano puede presentar riesgo de: trastorno de déficit de atención o hiperactividad, ser más propensos a tener presión arterial alta, deterioro de la función pulmonar, sobrepeso y obesidad iv.
Sabemos que dejar de fumar requiere de un gran esfuerzo, pero esta vez tienes un motivo adicional para conseguirlo: un bebé sano. En el caso de que no puedas lograr dejar de fumar por ti misma, siempre puedes contactar con un profesional sanitario que pueda ayudarte durante todo el proceso. Tus posibilidades de lograr dejar el tabaco serán cuatro veces más si cuentas con apoyo médico y/o farmacéutico[v]. Recuerda: no estás sola. Confía en ti misma. ¡Ánimo!
[i] Olano, E., Matilla, B., Otero, M., Veiga S., Sender L., Sociedad española de especialistas en tabaquismo. Guía de práctica clínica para ayudar a las mujeres embarazadas a dejar de fumar. 2009
http://files.sld.cu/antitabaquica/files/2012/12/guia_ayuda_a_embarazadas_para_dejar_de_fumar.pdf
[ii] Alcázar Zambrano, Dr, J. L. Clínica Universitaria de Navarra. Tabaco y alcohol en el embarazo. 2007 https://www.pfizer.es/salud/prevencion_habitos_saludables/dejar_fumar/tabaco_alcohol_embarazo.html
[iii] Am J Public Health. Sudden Infant Death Syndrome and Reported Maternal Smoking During Pregnancy. 2006 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1586150/
[iv] ACOG, The American College of Obstreticians and Gynecologists, El tabaco, el alcohol, las drogas y el embarazo. 2019 https://www.acog.org/Patients/Search-Patient-Education-Pamphlets-Spanish/Files/El-tabaco-el-alcohol-las-drogas-y-el-embarazo
[v] West R. Stop Smoking Services: increased chances of quitting. NCSCT Briefing 8. London. 2012. National Centre for Smoking Cessation and Training