Hablar sobre los beneficios que supone dejar de fumar es una práctica habitual con la que tratamos de concienciar sobre las ventajas de olvidarse del tabaco. Entre éstas, suelen mencionarse algunas como la disminución de la presión arterial, la disminución de la tos o el menor riesgo de sufrir enfermedades coronarias o algunos tipos de cáncer.
Sin embargo, existe otro beneficio menos comúnmente conocido y mencionado, pero que no por ello resulta menos importante: la recuperación del gusto y el olfato. Seguramente os estéis preguntando qué relación guarda el hecho de dejar el tabaco con volver a encontrarse con estos sentidos. Os adelantamos que tiene que ver con la sangre y las papilas gustativas.
Y es que, cuando los niveles de nicotina son demasiado elevados se altera la circulación de la sangre por las papilas gustativas, distorsionando la manera de captar el sabor de los alimentos, según un estudio publicado por Hospital de la Pitié-Salpêtrière en la revista Chemosensory Perception. Dicho de otra forma, lo que señala esta investigación es que el tabaco impide que llegue la sangre necesaria a las papilas gustativas, lo que lleva a una degeneración de estas.
Por suerte, estas papilas se regeneran de manera automática cada 10 días aproximadamente. Es por ello que, una vez logramos nuestro objetivo de dejar de fumar, comienzan a funcionar con normalidad.
Relación entre el gusto y el olfato
Todo esto se agrava si tenemos en cuenta la profunda relación que existe entre el gusto y el olfato. ¿Nunca te habías planteado por qué cuando estamos resfriados y tenemos la nariz taponada no podemos percibir los sabores? Esto se debe a que también saboreamos los alimentos por el aroma que percibimos.
De esta manera, el olfato y el gusto están estrechamente ligados. El sentido del olfato influye en el gusto, y viceversa.
Seguramente después de leer este post has sumado otro motivo para dejar de fumar a tu lista. Puede que sea un problema que habías pasado por alto debido a que te acostumbras a esta disminución de los sentidos. No obstante, será cuando lo dejes cuando vuelvas a notar ese modo de oler y saborear que habías olvidado.
Probablemente esto resulte más satisfactorio por el resultado directo que puedes notar frente a la reducción de la presión arterial, por ejemplo. Imagina por un momento que el sentido dañado fuese la vista, y que como consecuencia vieses los colores menos nítidos y los detalles borrosos.
Beneficios: prepárate para volver a oler y degustar como antes
Esto es lo que sucede con el olfato y el gusto. Aunque ahora no te des cuenta, lo notarás cuando vayas a la montaña y respires el aire fresco y natural, o cuando llegue la primavera y las calles se llenen de aromas diferentes por las plantas en flor.
Del mismo modo, los sabores volverán a ser tan inconfundibles como antes. No importa que sea líquido o sólido, que hablemos de una copa de vino o de unos bombones de chocolate. Recordarás por qué tu plato favorito es el que es, y agradecerás haber dejado de fumar.
Referencias
- Benefits of Quitting Smoking Over Time. American Cancer Society:
https://www.cancer.org/healthy/stay-away-from-tobacco/benefits-of-quitting-smoking-over-time.html - Según el estudio 'Chemosensory Perception' del Hospital de la Pitié-Salpêtrière, publicado en la revista Muy Interesante:
https://www.muyinteresante.es/salud/articulo/fumar-atrofia-el-sentido-del-gusto-831396273737 - Según el artículo 'Dejar de fumar devuelve el gusto y el olfato', publicado en la web de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL):
http://seorl.net/fumar-gusto-olfato/